Alentando las vocaciones científicas, entrevista con la profesora Raquel Uriol
La profesora de nuestro colegio, Raquel Uriol, comparte su pasión por la Ciencia y algunos consejos para promover el interés por estas áreas del conocimiento en los más jóvenes.
Raquel comenzó su recorrido en las Ciencias Físicas, donde se inclinó por la Física del Aire. Allí descubrió la Climatología, para lo cual tuvo que hacer una segunda carrera desde el ámbito de la Geografía.
¿Qué es lo que más te cautiva de esta ciencia?
Un aspecto muy interesante es que es una ciencia que se percibe día a día por la población y que despierta curiosidad entre la gente; si bien es cierto que debemos distinguir entre Climatología y Meteorología. La primera es un estudio a tiempo pasado: se toman registros meteorológicos de 30, 40 años, para interpretar el tipo de clima de un sitio, cómo ha evolucionado y cómo cambian los parámetros; mientras que la meteorología es predictiva,basada en conceptos físicos y utiliza modelos matemáticos.
Ambas disciplinas han cobrado más relevancia en los últimos años a raíz del cambio climático. Los climatólogos pueden aportar mucho conocimiento, pueden poner en evidencia los cambios que han ocurrido(las olas de calor más frecuentes y largas, los días de lluvia y de nieve que ha decrecido en forma considerable, los incendios forestales que hemos visto este verano, las sequías…), sosteniéndolo con datos objetivos.
Cuando inicié mis estudios no se hablaba de cambio climático; me alegra que ahora el tema esté presente en los Medios, porque se está superando el escepticismo y, tanto a nivel de los ciudadanos como de los organismos,se asume la situación y la necesidad de actuar sobre ella.
Raquel nos explica también que en meteorología, actualmente se alcanzan grados de acierto bastante altos, “en parte gracias a que se recogen muchísimos más datos: a las estaciones se suma el uso de satélites, y se analizan los movimientos de la atmósfera como un todo más global. Entendemos la correlación de las diferentes capas atmosféricas, y observamos más allá de las condiciones locales. Si hay un huracán en medio del Atlántico, sabemos que nos va a afectar y podemos calcular cómo”.
¿Recuerdas cómo nació tu vocación?
De pequeña no me atraía la meteorología en particular, sino la Física. Se me daba muy bien y, lo más importante, tuve profesores muy buenos que me inclinaron hacia ello. A los 20 años, ya haciendo la carrera, descubrí el campo y empecé a profundizar en esta ciencia. Comencé a hacer cursos adicionales relacionados con la atmósfera, y al finalizar la carrera de Geografía, me hice miembro de la Asociación Española de Climatología.
¿Cómo crees que se pueden estimular las vocaciones científicas en las etapas de colegio?
A los niños les interesa la Ciencia, como parte de su curiosidad natural; la clave es transmitírsela bien: hacerles preguntas para que razonen, incentivar la participación, animarlos a participar en concursos, acudir a exposiciones o simplemente a probar experimentos y ver qué sucede.
“En el Colegio CEU San Pablo Montepríncipe tenemos los CEU Labs, en los que vamos alternando experimentos de los laboratorios de Física, Química y Biología un día a la semana. Procuramos hacer cosas vistosas que lo hagan atractivo para los alumnos, y quedan alucinados.
A medida que crecen, pueden bloquearse por creer que una determinada asignatura se les da mal; es importante quitarles el miedo a equivocarse, a que un experimento no de el resultado esperado. Hay muchísimos ejemplos de grandes descubrimientos científicos que han surgido del error”, nos explica Raquel.
Como ejemplo de su influencia docente, Raquel ha impulsado a dos alumnos de ESO y Bachillerato a participar del concurso Top Scientist 2023, y han sido seleccionados entre más de 350 candidaturas como finalistas por un proyecto de guante sensorial para personas que han recibido radioterapia y quimioterapia. ¡Mucho éxito para la final en abril!
¿Qué aconsejarías a niños y niñas que tengan un interés en temas científicos, pero no lo vean claro?
Que si tienen diferentes intereses, no los vean como excluyentes; pueden comenzar estudiando una carrera científica, que requiere más apoyo de los profesores, laboratorios… y luego complementarlo con otra formación humanista.