Compromiso para educar en la verdad
Educar es una aventura apasionante y también una gran responsabilidad, porque del profesorado depende, en buena parte, lograr el enriquecimiento personal de sus alumnos en un plano académico y humano. María José Bello, directora del Colegio CEU San Pablo Montepríncipe, da algunas claves de la educación en valores en la revista de CEU Alumni, CEU VIEWS, que reproducimos en este post.
Pilares del proyecto educativo del CEU
- Visión Internacional: el conocimiento de idiomas es un aspecto esencial para el desarrollo del alumno. En los Colegios CEU no solo se trabaja el aspecto lingüístico, sino que inculcamos el aprendizaje dentro de un contexto social, cultural y artístico que enriquece su formación, a la par que favorece su aprendizaje.
- Tecnología e innovación pedagógica: una nueva forma de potenciar el desarrollo intelectual y social del alumnado, a través de la educación por proyectos y del emprendimiento, por ejemplo.
- Educación en valores: la educación en valores se plasma en numerosas actividades y proyectos, a través de los cuales se fomenta el compañerismo, la responsabilidad, la amistad, el espíritu crítico y el respeto, la tolerancia y la ayuda al prójimo. Se logra así el enriquecimiento personal desde un plano académico, humano y cristiano.
- Desarrollo de competencias: el mundo actual exige una educación no solo en una adquisición de conocimientos, sino también en la puesta en práctica de las competencias esenciales, como la creatividad, el pensamiento crítico y reflexivo, la expresión oral o el pensamiento analítico, habilidades para comprender y transformar el mundo en el que vivimos.
- Acción tutorial: es necesario atender las necesidades de los alumnos de forma individualizada y potenciar todo lo relacionado con sus capacidades, intereses, motivaciones y nuevas formas de aprendizaje.
EXCELENCIA HUMANA Y ACADÉMICA
El CEU es la única institución educativa privada de España que tiene un proyecto integral: desde los tres años hasta la Universitas Senioribus, para mayores de 40 años. Una formación que comienza en los colegios a una edad temprana, años decisivos en la formación de niños y jóvenes, en un plano académico y, sobre todo, humano.
La educación en valores es uno de los pilares fundamentales del proyecto educativo del CEU. Desde los Colegios CEU se promueven todos los valores morales y culturales que se fundamentan en la concepción cristiana del hombre: se fomenta el valor del esfuerzo, del sacrificio, de la constancia, del trabajo bien hecho, el afán de mejorar, la visión positiva de las personas y de los acontecimientos, el respeto, la empatía, la responsabilidad, la generosidad, el compañerismo, la tolerancia, la solidaridad y la búsqueda de la verdad. En palabras de María José Bello, directora del Colegio CEU San Pablo de Montepríncipe: «en el CEU, educamos en la verdad para que nuestros alumnos sean grandes por dentro y por fuera».
Además, María José nos recuerda unas palabras escritas en el hall de la entrada del centro donde inició su trayectoria profesional: “La verdad os hará libres». «Son palabras de San Juan y las grabé en mi corazón para siempre, porque la verdad nos debe importar a todos, ya que la persona que trabaja día a día, con coraje y esfuerzo, por descubrirla encontrará el verdadero sentido de la vida y, por tanto, la verdadera felicidad”.
Todos los alumnos del CEU reciben una formación basada en la excelencia humana y académica. Los diez Colegios CEU repartidos por toda España forman personas con aptitudes para los idiomas, tanto a nivel oral como escrito, son alumnos con espíritu crítico, capaces de hacer un uso eficiente de los elementos tecnológicos, personas que tienen una clara y definida escala de valores, que definen la verdad, alumnos que se sienten parte de un mundo cada vez más globalizado, capaces de mejorar la sociedad. «Una sociedad que los necesitará a todos y cada uno de ellos”, asegura María José.
«EN EL CEU EDUCAMOS EN LA VERDAD PARA QUE NUESTROS ALUMNOS SEAN GRANDES POR DENTRO Y POR FUERA”
ESPÍRITU CRÍTICO
El mundo actual exige una educación basada no solo en la adquisición de conocimientos, sino también en la puesta en práctica de las competencias esenciales para desarrollarse en un entorno en constante cambio. Entre esas competencias podemos encuadrar el pensamiento crítico y reflexivo. Hoy en día, es importante educar a las nuevas generaciones en el espíritu crítico, necesario para que sepan discernir lo que está bien de lo que no es bueno. Para María José Bello, «con esta formación, no serán arrastrados por la fuerza de la corriente y tomarán decisiones con respecto a los principios fundamentales: libertad y responsabilidad”.
Desde los Colegios CEU se potencia el espíritu crítico de sus alumnos, enseñándoles a pensar, motivando el pensamiento crítico en el alumnado y haciéndoles capaces de formar su propio criterio ante los problemas y sus resoluciones, permitiéndoles, además, tener un mayor grado de autonomía.
EL PAPEL DEL PROFESORADO
El objetivo del CEU es formar parte de la excelencia en todos los ámbitos, poniendo sus capacidades al servicio de los demás e impartiendo una formación fundamentada en la búsqueda del bien común. Para lograr este objetivo, las figuras del maestro tutor y profesor tutor son fundamentales en el proyecto educativo.
«En nuestros colegios contamos con profesores altamente cualificados que viven su vocación con pasión y entrega inigualables”, afirma María José Bello. Esa es la base sobre la que se construye la experiencia del alumnado, algo que recordarán toda su vida.
Los profesores aportan su granito de arena para hacer que esta sociedad sea más justa, más humana. Porque esta mejora solo se conseguirá a través de la educación, educando a jóvenes generosos comprometidos y solidarios.
También es fundamental el trabajo desde la dirección de los centros, como es el caso del Colegio CEU San Pablo de Montepríncipe, donde María José desarrolla su labor. Como directora, su reto diario es dar a los alumnos las herramientas necesarias para que sean niños y adultos felices. «Nuestro compromiso con las familias es educar en la excelencia humana y académica para que nuestros niños, en el futuro adultos, puedan construir una sociedad más justa, más fraterna, más humana. De nosotros, maestros y maestras, depende hacer de este mundo un lugar mejor».