El valor de jugar con tus hijos
El día 7 de octubre celebramos en el colegio nuestro primer “Toy Day”, una divertida tarde en la que los peques disfrutaron con sus padres de divertidísimos juegos en familia.
Tras los juegos, llegó la hora de la merienda para los más pequeños, y mientras, sus padres pudieron disfrutar con una charla de Sara Noguera, experta en crianza, musicoterapia y cuentoterapia, madre de cuatro pequeños “y una privilegiada por dedicarme a lo que me apasiona, que es ayudar a otras familias a través de mis conocimientos y el humor”, como ella misma se presenta.
Sara es también la fundadora de Kimudi, un espacio en donde se llevan a cabo diferentes actividades como juego en familia, grupos de crianza, asesorías privadas sobre educación y talleres para padres.
Para romper el hielo, comenzó su exposición recomendando “dejar de seguir las cuentas de Instamamis en Instagram”, un consejo que repitió en varias ocasiones.
Con la charla “El valor de jugar con tus hijos”, mi intención es “derribar muchos mitos y ayudar a los padres a quitarse el sentimiento de culpa”, afirmó. En este sentido, por ejemplo, señaló que “nos han engañado; no es mejor padre el que más tiempo pasa jugando con sus hijos”. Lo importante, en su opinión, es estar en el mismo espacio; “que sepan que estás ahí interactuando con ellos. No se trata de estar jugando con ellos todo el rato”.
Según Sara Noguera, el juego es la forma más natural de aprender, y “a cualquier edad”. “De hecho, ahí tenemos el ejemplo del éxito de la gamificación en el mundo empresarial.
Lo realmente valioso del juego es que nos permite socializar. “Nos facilita interactuar con otras personas para crear vínculos emocionales y lúdicos”, y esto es muy importante “porque somos seres sociales”.
Según esta experta, hay que empezar a jugar después de que el niño cumpla 3 meses; “antes, la crianza va de sobrevivir y de darnos afecto y abrazos”.
¿Cómo debemos jugar con nuestros hijos? “Es injusto” que, por ejemplo, les pidamos que jueguen solos cuando no se lo hemos puesto atractivo. “El entorno de juego tiene que estar preparado para llamar su atención antes de que llegue el niño; no va a jugar solo si no es apetecible”, señala.
Y, ¿cuándo participan los padres en el jugo? “Vamos a dejar que nos busquen ellos para jugar” -recomienda- porque de este modo, si empiezan ellos a jugar, ponen las normas de juego, lo que despierta su creatividad.
Otra pregunta que le formulan los padres habitualmente es cuántos juguetes son muchos juguetes. Sara responde que “no se trata de cuántos juguetes tienes, si no de cuántos usas a la vez”. “Está comprobado que si el niño juega con más de tres elementos a la vez, su cerebro se dispersa y no es capaz de centrarse, y entonces el niño se aburre”. Y para que luego los recojan, “inventemos juegos; hagamos que el recoger los juguetes sea algo lúdico”, aconseja esta experta.
Sara Noguera también explicó que no debemos obligar a los niños a compartir sus juguetes hasta por lo menos los 3 años. “Durante los tres primeros años compartir es un constructo adulto. A los 3 años, el niño empieza el compartir por interés, porque somos animales inteligentes. Y cuando ya tiene entre 3 y 5 años, el niño ya empieza a compartir porque quiere socializar o porque quiere crear vínculos de afecto”, señaló.
Que un juego tenga normas no quiere decir que haya que seguirlas, según esta experta. Lo mejor es dejarle que las primeras veces que juegue a un juego nuevo lo haga sin normas, empezando de cero, porque estamos hechos para investigar. “Luego ya le iremos contando las normas”.