La educación emocional, clave en el desarrollo de la autoestima en la infancia
En el Colegio CEU San Pablo Montepríncipe tenemos en cuenta la importancia que la educación emocional tiene en la formación de los niños y en el objetivo de nuestro modelo educativo, que es formar a futuros adultos empáticos, solidarios y generosos.
Por eso, les damos las herramientas necesarias para que sean valientes, decididos, para que no tengan miedo al futuro y gocen de confianza en sí mismos. Son jóvenes que si se equivocan, perseveran y se esfuerzan más, valorando el trabajo y sintiéndose orgullosos de las metas alcanzadas.
La autoestima es la percepción que tenemos de nosotros mismos, la autoevaluación que hacemos, y es fundamental, tanto para el rendimiento escolar como para que nuestros niños y jóvenes tengan una vida feliz y plena. Con la autoestima nacemos. Cuando un niño ve reconocida su valía, se siente bien. Igual que cuando sus padres le aplauden por empezar a andar o decir sus primeras palabras.
Teniendo en cuenta que cada niño es diferente, las habilidades innatas se pueden pulir para potenciar las cualidades de cada uno. Y en el Colegio sabemos que una buena salud emocional parte de la autoestima y que, potenciándola en el aula, los alumnos desarrollan su seguridad y son capaces de dar lo mejor que tienen. Con este objetivo, el personal docente busca motivarles, proponerles retos, transmitirles el valor de aprender de los errores, la confianza en ellos y apoyar su autoconocimiento.
Así, el equipo docente del Colegio se esfuerza en mantener una confianza y una comunicación muy cercana con el alumno, impulsándoles a esforzarse en la consecución de logros. Porque la importancia de la educación emocional también recae en el aula, entorno primordial para el alumnado en el que sentirse seguro y motivado a participar. En un ambiente positivo, la auoestima de los jóvenes crecerá, mejorando su rendimiento académico.
Los formadores del Colegio CEU San Pablo Montepríncipe se caracterizan por su pasión por la enseñanza y por mantenerse al día con una formación continua. Por eso, saben emplear las herramientas más adecuadas para ajustar las propuestas a las edades y capacidades de cada alumno. Esto es clave para evitar que se frustren y para conseguir que se motiven al ver que avanzan poco a poco.