La importancia de la educación emocional desde Infantil
El objetivo del Colegio es formar personas y, eso lo hacemos a través del conocimiento, las habilidades, los valores y las emociones.
Cuando nos adentramos en la educación infantil, es muy importante trabajar las emociones básicas para que los niños aprendan a identificarlas y a gestionarlas de forma apropiada.
Las emociones se desarrollan y mejoran, por eso es importante potenciarlas desde los primeros años, adaptándonos a su evolución natural. Así conseguiremos que cuenten con las habilidades necesarias para desenvolverse en el mundo y ser felices, capaces de regular y dirigir sus emociones, y no dejarse llevar por ellas.
Por supuesto, hay que hacerles entender que todas las emociones son legitimas y que cualquier persona tiene derecho a estar ansioso o enfadado. Pero, de ninguna forma, nos podemos permitir que estas emociones deriven en ningún tipo de violencia.
Esto es muy importante porque una parte importantísima de la violencia que está presente en nuestro entorno y que vemos en la prensa sobre el acoso y la violencia escolar y o social, se activa a partir de la ira que no somos capaces de regular de forma apropiada.
La inteligencia emocional supone contar con una serie de capacidades de la mente para percibir, comprender, expresar y regular emociones. También nos ayuda a identificar y entender las del otro. Toda esta información dirige nuestra conducta y nuestros pensamientos, indicándonos en cada situación cómo debe ser nuestro comportamiento. Asimismo, nos ayuda a tomar decisiones.
Trabajar las emociones desde el aula y con las familias
Sin duda, es una importante labor de las familias trabajar las emociones de los niños en casa y de los educadores trabajarlas en el aula. Las ventajas son múltiples: un clima más positivo, mejor rendimiento, tranquilidad y niños felices. Por todas estas razones, la educación emocional está muy presente en el día a día de nuestro Colegio.
Begoña Ibarrola, escritora infantil y psicóloga experta en inteligencia emocional, habla con frecuencia del poder de las emociones. En su opinión, las principales competencias en las que debemos educar a niños y niñas son:
- Nombrar las emociones e identificar su intensidad.
- Valorarse, para desarrollar una autoestima sana y una buena autonomía emocional.
- Tolerar la frustración.
- Regular sus emociones.
- Encontrar momentos de calma.
- Pensar en positivo.
En definitiva, las familias y el Colegio, juntos, forman un papel muy importante en este aprendizaje porque la forma de gestionar las emociones tiene repercusiones en muchos aspectos de la vida, entre los cuales están la forma de establecer relaciones con otras personas, las relaciones de pareja, la autoestima, la auto-confianza, etc.
Poner en práctica actividades de educación emocional a través del juego por ejemplo en la etapa infantil facilita el desarrollo de las competencias emocionales, lo cual repercute en la prevención de la violencia, baja tolerancia a la frustración, etc. Al mismo tiempo, se favorece el bienestar, la armonía, el crecimiento y el desarrollo integral del niño.