El reciclaje y la reducción de residuos, un contenido transversal para todas las edades
La educación ambiental está muy presente en las aulas del Colegio CEU San Pablo Montepríncipe. Con ella logramos que nuestros alumnos crezcan siendo conscientes de la importancia de cuidar el planeta. También se convierten en personas capaces de interactuar con el entorno de forma respetuosa, y están siempre motivados para cambiar el mundo a mejor.
Sin duda, las actividades relacionadas con la gestión de residuos deben integrarse en la formación desde los primeros años. Solo así conseguiremos que la ciudadanía del futuro tenga la sensibilidad ambiental que la crisis climática exige.
Aprender a reciclar correctamente es indispensable, como también lo es orientar a niños y jóvenes en la reducción de residuos y en la reutilización de recursos. Las clásicas «3R» pasan así a ser cuatro: reducir, reutilizar, reciclar y recuperar.
Actividades para sensibilizar en la reducción de residuos y el cuidado del medio ambiente
Esta visión la integramos en las actividades de todo el curso y en todas las etapas. Damos mucha importancia al reciclaje de residuos, especialmente del papel, tan utilizado en el colegio. En todas las aulas tenemos una papelera de reciclaje y los niños están muy concienciados con ello.
A través de la metodología ABP aprovechamos también para realizar proyectos utilizando materiales reciclados (bricks, botellas de agua, tapones, envases de yogur…). Todo sirve para, por ejemplo, realizar una maqueta en 3D del aparato digestivo.
Educar en el consumo responsable a nuestros niños es fundamental para cambiar la mentalidad de «usar y tirar» y apostar de forma real por la economía circular. Es tarea de los formadores pero también de las familias hacerles entender que los recursos naturales no son infinitos, de ahí la importancia de consumir de forma responsable y de reducir la generación de residuos. Poner en común en clase sus hábitos de consumo ayuda a definir, entre todos, cómo podemos ser más conscientes y sostenibles en nuestro día a día.
Este tipo de iniciativas aportan un valor añadido a nuestro proyecto educativo, así como la educación en los valores del humanismo cristiano. Todo se orienta a conseguir un integral y óptimo desarrollo personal y social de nuestro alumnado, que va más allá del ámbito académico para recoger todos los planos de la persona.